|
|
SERVICIOS
LIMPIEZA
La correcta limpieza de tanques de agua no puede ser reducida a un ejercicio de limpieza regular, el proceso se puede dividir en tres etapas que deben ser tratadas con especial cuidado.
En primer lugar se realiza el desagote, apertura y achique de barros de fondo, luego se procede a la limpieza de pisos, paredes y techos internos del tanque. Para lograr una mejor limpieza y una correcta desinfección, el agua utilizada para la limpieza es tratada con hipoclorito de Sodio (o agua Lavandina, como se la conoce comúnmente). El método utilizado puede variar entre el cepillado o el hidrolavado a baja presión, dependiendo del tamaño de las superficies a tratar.
Una segunda fase es el control de estanqueidad, (estanco: completamente cerrado). Y control de funcionamiento.
Los tanques se suelen deteriorar con el paso del tiempo, como cualquier estructura. Sus tapas, paredes, pisos, techos, caños, colectores, flotantes, automáticos, ventilaciones, ruptores de vacío, entre otros, son revisados minuciosamente en cada limpieza periódica.
El mal estado de alguna de estos elementos, puede poner en riesgo la salud de la población de los edificios.
Ejemplos de estos hemos visto muchos y variados:
Lo mismo el deterioro de la capa impermeable interna.
Por ello es muy importante, que el personal que realiza la limpieza de los tanques de agua, este capacitado para detectar este tipo defectos y poder prevenir futuros problemas.
La tercer etapa, es el control del agua. Para ello, una vez puesto a funcionar el sistema sanitario, se realizan las tomas de muestras de agua para ser analizadas en laboratorio. Se realizan 2 tipos de análisis, el bacteriológico semestral (según ordenanza Nº 45593 GCBA) y el físico químico anualmente (Ley de seguridad e higiene en el Trabajo). A los 15 días aproximadamente se obtienen los resultados y se confecciona el correspondiente certificado, el cual lleva la firma del Director Técnico.